El mundo conspira en mi contra, tantas veces he pensado que tengo todo bajo control cuando no es así, me siento impotente ante tantas situaciónes, quisiera poder ser capaz de cambiar tantas maneras de ser pero la verdad es que no se ni como es la mía.
La rutina me arropa con un manto que no me deja ver a mi alrededor, estoy allí pero en verdad no estoy, quisiera estar en tantos sitios, ocupar tantos lugares, descubrir a donde es que pertenezco, ideas descabelladas rondan en mi cabeza, me siento tan cansada de lo mismo, de ver las mismas caras que me sonrien con hipocrecia, que estan allí para que el espacio no sea tan vacío, tan desolado.
Vivir en soledad no es tárea fácil, se necesita valor, se requiere fortaleza, esas cuatro paredes que a veces son hogar y muchas veces son prisión. En la escuela ni en la universidad mas prestigiosa enseñan a los humanos a lidiar con el abismo del aislamiento, solo se que ante esta situación resta la desición de tomar uno de dos caminos, finálmente te conoces a tí mismo o te vuelves completamente loco.
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